Las pantallas audiovisuales deben colaborar en el desarrollo de las capacidades de crecimiento personal, social y cívico de los seres humanos. A continuación expondremos una serie de pautas para evitar malos usos de las pantallas.
Hemos de elaborar nuevas metodologías educativas que nos permitan entender cómo los estímulos sensoriales y emocionales, que nos provocan las múltiples pantallas, afectan y configuran nuestro desarrollo cognitivo, nuestro proceso racional de conocer.