La asociación AMACAE, se creó hace tres años. De los primero datos que quiso hablar María José, fue que actualmente se habla de los dos casos de suicidio que se han producido hace pocos meses, pero que ellos conocen bastantes casos documentados de intentos de suicidio. Hizo referencia a un hospital de Madrid, donde de 400 ingresos de menores con depresión o problemas psicológicos, el 70% son derivados de acoso escolar.
Reconoció que el miedo es de los factores claves para que los niños no hablen con padres o en el centro, por ser considerados unos chivatos y que vaya a más la situación. Pero todo niño que sufre acoso se expresa a través de signos (morderse las uñas, dolores de tripa los domingos..) que son indicativos de que las cosas no están funcionando bien en las clases.
El estereotipo de víctima de acoso ha dejado de ser el gordito o con gafas de clase, ahora cualquier niño puede convertirse en la víctima. Muchos de los niños destacan en alguna materia, actividad… llegando a casos en que los niños empeoran su rendimiento para no destacar y no ser acosados. El 46% del acoso es por ser diferente.
Durante el desayuno una de las preguntas donde más se insistió fue la relativa a lo que falla en nuestro sistema para que cada vez el número de casos vaya a más.
María José opinó que parte de la culpa está en los propios padres. España es de los países que antes deja a sus hijos usar las tecnologías, y en la mayoría de los hogares sin ningún tipo de supervisión. “Damos las tecnologías a los niños sin enseñarles los peligros”.
El estereotipo de víctima de acoso ha dejado de ser el gordito o con gafas de clase, ahora cualquier niño puede convertirse en la víctima.
Además en los colegios se sigue mirando para otro lado. Hay poca atención por parte de los centros educativos. Aunque hay que recordar que muchos profesores se están quejando de falta de formación. La pregunta que siempre hace los profesores es ¿y qué debo hacer?
Nos habló de un estudio que se realizo en varios colegios de la Comunidad de Madrid, con el nombre de Socioescuelas, que consideró como un fracaso, por el hecho de que era un test que se realizaba en las propias aulas, donde la privacidad y el anonimato era bastante dudoso, lo que generó unos resultados que no podrían considerarse del todo fiables.
Actualmente cuando hablamos de acoso, y de las víctimas, nos centramos en los niños que sufren el acoso tanto en las aulas como fuera de ellas, debido al uso de las tecnologías. Es un acoso 24 horas. Estamos en un momento en que nos centramos en las consecuencias, pero no pensamos en las causas. Es decir, el niño que acosa no es tratado, por tanto son niños que seguirán así, por tanto el problema no se soluciona desde la raíz.
Para concluir se le preguntó que soluciones se pueden llevar a cabo, y lo importante para ella es que los centros deben medir y evaluar. Además de que la base de la solución debe ser la prevención y la sensibilización.